La denominación de Andorra podría derivar de su significado celta «Puerta de los Vientos», basándose en su localización.

Andorra entra en la historia documentada en 1149 al ser reconquistada a los árabes por Ramón Berenguer, príncipe de Aragón, aunque existen varios yacimientos Ibéricos localizados en los alrededores de la población; entre los que destaca «El Cabo», importante poblado del siglo V a.c.

En el siglo XII se construyen las primeras casas alrededor de la Ermita del Pilar, extendiéndose hacia la plaza de la iglesia y su entorno.

Los primeros años, Andorra pertenecía a los dominios del Arzobispo de Zaragoza; en 1613 logrará su independencia al concederle el arzobispo Pedro Manrique la jurisdicción civil y criminal, siendo confirmado este privilegio por el propio rey Felipe III. El título de Muy Noble Villa había sido concedido en el siglo XII por Jaime I el Conquistador por la ayuda prestada por los andorranos en la toma de Valencia.