El Archivo Municipal de Andorra es una institución administrativa y cultural al servicio del Ayuntamiento y de los ciudadanos. Reúne, organiza, conserva y difunde documentos en cualquier soporte material, producidos y recibidos tanto por el Ayuntamiento y por sus organismos dependientes como por otras instituciones públicas y empresas y personas privadas en el ejercicio de sus actividades a lo largo de la historia. Su fin es apoyar la gestión de la Administración municipal, testimoniar documentalmente y garantizar los derechos de los ciudadanos y de las administraciones públicas y fomentar la investigación académica, científica y cultural relacionada con Andorra.
No son muchas las menciones que del Archivo Municipal figuran en sus documentos. Se tiene noticia de su existencia al menos desde 1722. Así consta en la «lista de todas las escrituras y papeles de la villa de Andorra que están en el Archivo». En 1926, el beneficiado mosén Generoso Vázquez Lacasa publica sus Datos históricos sobre la muy noble villa de Andorra, «tomados de los documentos y libros que se conservan en los Archivos municipal y capitular de la misma». Conocemos de su quema el 18 de junio de 1938 y sabemos por las actas plenarias de 18 de febrero y de 17 de junio de 1939 de la desaparición de datos del Archivo, pero deberemos esperar hasta 1966 para volver a encontrar al Archivo en un cuestionario con datos relativos a los archivos municipal, notarial y parroquial cumplimentado a instancias del Delegado Provincial de Archivos para confección del Censo – Guía de los archivos existentes en la provincial de Teruel. Para acabar, unas anotaciones manuscritas de 1973 relacionan el número de pergaminos existentes en el Archivo Municipal y su contenido.
El Archivo de Andorra recibe una primera organización en 1985, estando su custodia vinculada a la figura del Secretario, y su organización definitiva y puesta en servicio a partir de 1993, cuando se crea la plaza de archivero profesional permanente.
Situado en la Casa Consistorial, edificio demolido y nuevamente construido entre 1975 y 1977 bajo la dirección de Antonio Garduño Rubio, su fondo documental abarca desde 1384 hasta nuestros días, si bien el Archivo adquiere continuidad a partir de 1940.
El documento más singular conservado en el mismo es, sin duda, el Privilegio promulgado por Felipe III el 21 de septiembre de 1613 por el que se concede al lugar de Andorra jurisdicción civil y criminal propia y distinta de la de Albalate del Arzobispo y por el que se reconocen los límites de su término municipal.
Actualmente, el Archivo cuenta con 3.312 unidades de instalación en constante crecimiento, ya que recibe tanto transferencias periódicas de documentos de los distintos servicios municipales como donaciones de colecciones documentales de empresas y particulares.
La riqueza de su patrimonio documental hace del Archivo Municipal de Andorra un lugar de obligada visita y consulta para las propias oficinas municipales, para los ciudadanos y para todas aquellas personas interesadas en conocer la historia del municipio.